"La Pómez es una historia
Y la tierra una fortuna
De día le da el sol
Y de noche la misma luna."
"Yo soy nacido en la Puna
Cerca del cerro Galán
Soy criado con charqui y llama
Y de pantalón barracán."
Rolando Félix Liquin
Coplas de Rolando
Solo faltó la caja para que Rolando nos pudiera cantar estas coplas que nos recitó camino al Campo de Piedra Pómez. Con su guía y a través de huellas de piedra y arena pudimos llegar a esta explanada gigantesca de rocas blancas, rosadas, ocres y amarillas con innumerables formas que se van haciendo con la erosión del viento. Tenés la sensación de estar en la Luna.
Al mediodía salimos para Antofagasta de la Sierra, la localidad más grande de la región con unos 400 habitantes. En el camino pasamos por los volcanes Antofagasta y Alumbrera entre los vestigios de su antigua actividad: enormes lenguas de roca volcánica negra cubren el suelo.
Encontramos alojamiento en la casa de doña Cirila que, además de una habitación fresca y cómoda, cocina increíble y pudimos disfrutar de su exquisito locro y sus milanesas de llama. Acá también está su nieto que vino de la capital por las vacaciones. Así es que con Lautaro juegan a las cartas, miran películas y se intercambian palabras: a Matias le encanto la palabra "chabón" y ahora la usa todo el tiempo. Llovió toda la tarde, algo que no sucedía desde hacia 4 años.
Hoy recorrimos sitios arqueológicos que hay en la zona. Visitamos pictogramas y petroglifos grabados sobre el suelo con figuras humanas, de serpientes y de llamas.
Mañana salimos hacia los valles, nos quedan varias cosas por conocer en este rincón de la Puna, pero quedarán para otro viaje.
Al mediodía salimos para Antofagasta de la Sierra, la localidad más grande de la región con unos 400 habitantes. En el camino pasamos por los volcanes Antofagasta y Alumbrera entre los vestigios de su antigua actividad: enormes lenguas de roca volcánica negra cubren el suelo.
Encontramos alojamiento en la casa de doña Cirila que, además de una habitación fresca y cómoda, cocina increíble y pudimos disfrutar de su exquisito locro y sus milanesas de llama. Acá también está su nieto que vino de la capital por las vacaciones. Así es que con Lautaro juegan a las cartas, miran películas y se intercambian palabras: a Matias le encanto la palabra "chabón" y ahora la usa todo el tiempo. Llovió toda la tarde, algo que no sucedía desde hacia 4 años.
Hoy recorrimos sitios arqueológicos que hay en la zona. Visitamos pictogramas y petroglifos grabados sobre el suelo con figuras humanas, de serpientes y de llamas.
Mañana salimos hacia los valles, nos quedan varias cosas por conocer en este rincón de la Puna, pero quedarán para otro viaje.
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