De la Puna a las Yungas
Desde San Pedro de Atacama se puede salir hacia Bolivia o hacia Argentina. No nos quedaba otra que emprender la vuelta. El camino hacia el paso de Jama comienza con una recta que asciende pareja hacia la cordillera y pasa bordeando la.ladera del volcán Licancabur que se muestra desde su base hasta su cima blanca y solitaria. En el punto más alto las laderas de las.montañas cubiertas de nieve daban cuenta de los días de temporal. Pudimos sentir el agradable frío de la altura pasando entre las banquinas blancas todavía.El siempre molesto trámite fronterizo, por suerte, esta vez unificado.
Quedó atrás el desierto y adelante las vicuñas nuevamente a la vera de la ruta, los cerros teñidos de vegetación todavía no tan verde y los rebaños de llamas Los ríos empezaron a cambiar su curso de oeste a este. ¿Dónde terminarán esas nacientes? ¡Qué lindo seria acompañar sus vueltas interminables y sus aguas cambiantes.
Después de las Salinas Grandes y de la cuesta de Lipán, los cerros coloridos y la entrañable Purmamarca. Fue nuestra parada para comer algo calentito pero lamentablemente tuvimos que seguir.viaje porque la ruta 9 se corta temprano: se está trabajando en su reconstrucción luego del alud que cayó sobre Tumbaya y Volcán en la Quebrada de Humahuaca. Estos pueblos, todavía bajo el barro y la vulnerabilidad.
Es una pena pasar tan rápido por acá pero por suerte hace tres años pudimos recorrer tranquilos este norte.
Ya bajando la quebrada hacia San Salvador de Jujuy nos pararon varios controles entre gendarmería, policía provincial y caminera, un síntoma de este estado cada vez más militarizado, con Milagro presa y muchas ganas desde este lado de que la tortilla se vuelva.
Noche en Metán, Salta.
Nuestra ruta elegida para el próximo destino fue por Tucumán, entre plantaciones de caña de azúcar y frutales. El último tramo para llegar a Andalgalá en Catamarca era una deuda pendiente desde hace años: el camino de las Estancias. Cruzando dos cuestas se atraviesan tres paisajes diferentes: desde los verdes salvajes de las Yungas se asciende por un camino de cornisa que en gran parte es de una sola vía (cuesta de El clavillo) hasta un valle de altura. La localidad de Aconquija es el centro de la.actividad productiva de la zona. A la orilla del río y escuchando el andar del agua entre las piedras, comimos algo para seguir. La segunda, la cuesta de las Chilcas, es un poco más corta y con menos pendiente. Se desciende a otro paisaje con gran presencia de cardones. El nevado del Aconquija te recibe antes de la llegada a Andalgalá, un pueblo que sigue luchando contra las empresas mineras.
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