Faltaba algún capítulo con un poco más de acción y esta vez nos tocó enfrentarnos a las fuerzas de la naturaleza.
La tarde se había presentado bastante calurosa pero a la orilla del río se la pasaba muy bien.
Nos acostamos esperando esa lluvia necesaria que alivia. Pero llegó el temporal y no lo recibimos de la mejor manera. A eso de las 3 de la madrugada empezó la tormenta eléctrica y con ella unas ráfagas de viento que hicieron de las suyas: derribaron varios árboles del camping y nuestra carpa no salió ilesa. Por suerte pudimos esperar el amanecer en una galería y los chicos supieron enfrentar con humor y valentía este momento difícil.
La tarde se había presentado bastante calurosa pero a la orilla del río se la pasaba muy bien.
Nos acostamos esperando esa lluvia necesaria que alivia. Pero llegó el temporal y no lo recibimos de la mejor manera. A eso de las 3 de la madrugada empezó la tormenta eléctrica y con ella unas ráfagas de viento que hicieron de las suyas: derribaron varios árboles del camping y nuestra carpa no salió ilesa. Por suerte pudimos esperar el amanecer en una galería y los chicos supieron enfrentar con humor y valentía este momento difícil.
Pero acá no termina la cosa. Con nuestra casa rota y todo mojado levantamos campamento y partimos. Pero después de cruzar el Paraná llegó un momento en que la chata no nos quiso llevar más (les cuento que la "Poderosa" nos llevó por toda la Argentina y es la primera vez que nos deja tirados, creo que no se quiere volver).
Y ahí nos quedamos en la ruta 12: sin auto y sin carpa. Pero hay cosas que te reconfortan el alma como que un hombre que te ve esperando en la banquina te tire el auto hasta el pueblo más cercano y te regale limones para el tereré.
Quédense tranquilos que estamos bien. Goya, antigua y hermosa, nos recibió con buen tiempo y el auto ya está reparado.
Y ahí nos quedamos en la ruta 12: sin auto y sin carpa. Pero hay cosas que te reconfortan el alma como que un hombre que te ve esperando en la banquina te tire el auto hasta el pueblo más cercano y te regale limones para el tereré.
Quédense tranquilos que estamos bien. Goya, antigua y hermosa, nos recibió con buen tiempo y el auto ya está reparado.
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