El domingo se puede madrugar si el motivo es salir de viaje. Compartimos la ruta con amigos, charlando durante 10 horas. Agus y Pato, además, cocinan muy rico y la única parada en los 800 y pico de km que hicimos camino a San Luis fue en Rufino para comer.
El camino más directo es por ruta 7 pero la laguna La Picasa, al sur de la provincia de Santa Fe, desbordó y la inundación arrasó con pueblos y campos. Por rutas provinciales se puede hacer un desvío y tomar la ruta 8 pero la situación de toda la zona es crítica. A través de km y km las rutas permanecen a escasos metros de grandes lagunas entre las que se asoman tranqueras y restos de cultivos que quedaron bajo el agua.
Los que seguramente pudieron seguir obteniendo rentabilidad son los de siempre. A la altura de Rojas una enorme planta de Monsanto exhibe los frutos del crecimiento que todos estos años le permitió el cultivo extensivo de soja en nuestras tierras lastimadas por el monocultivo.
Llegamos a Potrero de los Funes con el último sol del atardecer sobre la quebrada.
Aquí vinieron hace ya unos años Familia Rodante con todas las ganas de abrirse camino y buscar nuevos horizontes. Nos recibieron con toda su hospitalidad, con garrapiñadas de girasol y unas pizzas. ¡Feliz vida a esta feliz familia!
"Viajar. Beber lo que viene. Tener alma de proa" Los relatos de viajes de mi madrina Carmen acompañaron mi infancia. (Carmen, qué hermoso suena tu nombre, sigo extrañando esa bella alegría de tu mirada). Una y otra vez, como lo hacen los chicos chiquitos, yo le pedía que me cuente sus historias por Oriente. Y así recorrí esos mundos tan distantes... tan distintos. Desde entonces sigo sintiendo esa misma emoción cada vez que una ruta me lleva a conocer y aprender otras geografías.
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