"Viajar. Beber lo que viene. Tener alma de proa" Los relatos de viajes de mi madrina Carmen acompañaron mi infancia. (Carmen, qué hermoso suena tu nombre, sigo extrañando esa bella alegría de tu mirada). Una y otra vez, como lo hacen los chicos chiquitos, yo le pedía que me cuente sus historias por Oriente. Y así recorrí esos mundos tan distantes... tan distintos. Desde entonces sigo sintiendo esa misma emoción cada vez que una ruta me lleva a conocer y aprender otras geografías.
martes, 24 de julio de 2018
ESTEROS DEL IBERÁ IV
Dormirse en la carpa mirando la luna desde la ventanita traslúcida que tiene el sobretecho y despertarse escuchando el cantar de tantos diversos pájaros que comienzan el dia mas temprano que nosotros.
Con esta guía para identificar aves que me prestaron mis amigas biólogas Sil y Romi, logré reconocer más de 30 especies distintas. Hay que agudizar la mirada para observar el plumaje de las distintas partes de su cuerpo, la forma del pico, las carateristicas de las patas. Disfruto escucharlos, seguirlos, fotografiarlos.
Una pasarela permite caminar por entre los juncos. Y allí, en la rama más alta, imponiendo el color rojo de su torso, se muestra el Federal, una de los más bellos que vi.
Salió nuevamente el sol y con él algunos animales como la culebra del bañado, enrosacada sobre su propio cuerpo, mimetizada en el pastizal.
Esteros del Iberá, prometo volver a seguir conociéndolos.
Saliendo de la reserva volvió la señal de radio. Acá les regalo un chamamé rutero.
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